CUATRO
CABOS y varios soldados planearon asesinar a Franco en Ceuta el 18 de
julio de 1936 para detener el alzamiento. Horas antes de la acción
fueron delatados y finalmente ejecutados.(Foto) Franco, en el centro,
flanqueado por el jefe del Estado Mayor (izq.) y el alcalde de Ceuta,
José Victori Goñalons, en 1935.
El 17 de abril de 1937, tras 10 meses de duros interrogatorios, concluyó
un consejo de guerra sumarísimo contra 37 militares y dos civiles. Se
les acusaba de organizar un complot en Ceuta para atentar contra la vida
del general Franco y detener el alzamiento del 17 y 18 de julio del año
anterior.
Su acción pudo haber cambiado el curso de la Guerra Civil y sólo el
testimonio a última hora de un soldado permitió abortarla. A pesar de
ello, los detalles de aquel episodio han permanecido inéditos hasta
ahora.Todo comenzó al filo de la medianoche del 17 de julio de 1936,
cuando las tropas del acuartelamiento legionario de Dar Riffien, al
mando del teniente coronel Juan Yagüe, recibieron la orden de tomar
Ceuta.
Los diferentes cuerpos militares se distribuyeron para controlar la
ciudad y al Regimiento de Infantería del Cerrallo Nº 8 de Ceuta se le
ordenó salir a la calle para «defender a España».
Pero no todos los integrantes del batallón tenían la misma idea de lo
que significaba «defender a España». El acuartelamiento solía ser
destino de soldados de reemplazo y de veteranos peninsulares, en su
mayoría jóvenes que buscaban en el Ejército un futuro mejor, sin olvidar
por ello sus sentimientos republicanos.
Como los cabos veteranos José Rico y Pedro Veintemillas, quienes en su
ronda por las calles de Ceuta observaron cómo patrullas de falangistas
detenían a civiles y asaltaban varias sedes de partidos políticos o cómo
en las paredes de la ciudad se habían fijado bandos firmados por el
general Franco en los que se comunicaba al pueblo el estado de guerra,
la disolución de los partidos y la prohibición de reuniones.LEER MAS AQUI
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